
Siempre fui una mujer activa. El ejercicio formaba parte de mi día a día, no como una obligación ni por estética, sino porque me hacía bien: me daba claridad mental, energía, conexión con mi cuerpo.
Moverme era —y sigue siendo— una forma de cuidarme.
Pero cuando llegó el diagnóstico, el deporte pasó de ser un hábito a convertirse en una herramienta vital.
Durante el tratamiento, dentro de mis posibilidades, seguí entrenando. Y cuando terminé, una de mis prioridades fue volver al movimiento, especialmente al entrenamiento de fuerza.
Con el tiempo entendí que no era solo una cuestión de “recuperar forma física”.
Era mucho más profundo: el músculo me estaba ayudando a sanar.
🧬 El músculo: mucho más que estética
Durante años nos han hecho creer que los músculos son solo cuestión de imagen.
Pero la realidad es que el tejido muscular es un órgano endocrino y metabólico, activo y vital.
Cuando entrenamos fuerza y estimulamos el músculo, estamos:
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Activando el metabolismo y regulando el azúcar en sangre
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Generando nuevas mitocondrias, responsables de producir energía celular
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Modulando la inflamación, base de muchísimas enfermedades crónicas
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Estimulando hormonas regenerativas que influyen en el sistema inmune, huesos y cerebro
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Protegiendo los huesos y articulaciones, sobre todo en la menopausia
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Prolongando la vida útil de nuestros órganos, incluyendo el cerebro
📖 Como dice la doctora Gabrielle Lyon en su libro Forever Strong, “no tenemos una epidemia de obesidad, sino de insuficiencia muscular”.
Y cuanto más músculo tenemos, más energía generamos, mejor envejecemos y más protegidas estamos frente al deterioro metabólico.
⚡ Músculo, energía y mitocondrias
Las mitocondrias son las “centrales energéticas” de nuestras células. Se encargan de producir el ATP, la moneda de energía del cuerpo.
Y adivina qué: los músculos son el tejido que más mitocondrias genera.
Cuando entrenas fuerza:
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Aumentas la cantidad y calidad de mitocondrias
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Mejoras la eficiencia energética celular
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Apoyas el sistema inmunológico y la regeneración tisular
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Favoreces la longevidad y la prevención del cáncer (Bamman et al., 2007)
Y eso no se consigue comiendo bien solamente.
Sin músculo, no hay energía.
Sin fuerza, no hay resiliencia celular.
¿Por qué el músculo es el órgano más importante que solemos pasar por alto?
Aunque a menudo pensamos en órganos como el corazón o los pulmones, el músculo esquelético también merece ese reconocimiento: se considera un órgano en sí mismo, y con un rol fundamental en nuestra salud integral. No solo garantiza la movilidad, la postura y la respiración, sino que además funciona como órgano endocrino, liberando una serie de sustancias llamadas miokinas que actúan sobre otros tejidos del cuerpo —como huesos, cerebro, páncreas, hígado o adiposidad— modulando el metabolismo, reduciendo la inflamación, y hasta ejerciendo efectos protectores frente al cáncer Københavns Universitets ForskningsportalPubMedPMC. Además, es el mayor reservorio de glucógeno y aminoácidos, regulando los niveles de azúcar en sangre (absorbe hasta el 80 % tras las comidas) y contribuyendo así a la prevención de la diabetes y el envejecimiento prematuro Prompt Your MindEatingWell. En última instancia, mantener una buena masa y calidad muscular no solo significa fuerza física: es una estrategia crucial para la longevidad, la inmunidad y el bienestar general Prompt Your MindEatingWell.
Mi caso: fuerza durante el cáncer... y después, en la menopausia
Durante los tratamientos oncológicos perdí peso, masa muscular y mucha fuerza. Pero sabía que el movimiento era una herramienta esencial.
En la medida en que pude, entrené. Y cuando terminé, empecé de nuevo, poco a poco, enfocándome especialmente en la fuerza. Porque sabía lo que estaba en juego.
Además, como efecto secundario de los tratamientos, entré en menopausia de forma prematura, algo que afecta a muchas mujeres en procesos oncológicos.
Y ahí el músculo se volvió aún más crucial:
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Porque la caída hormonal favorece la pérdida de masa muscular
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Porque aumenta el riesgo de osteoporosis
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Porque el metabolismo se vuelve más lento
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Y porque el sistema inmune se vuelve más vulnerable
El entrenamiento de fuerza me permitió recuperar masa muscular, aumentar la energía, regular mi metabolismo y sentirme otra vez fuerte y autónoma.
Por eso lo digo con claridad:
Tanto si estás atravesando una enfermedad, como si estás en la menopausia, o simplemente quieres prevenir —el ejercicio de fuerza es imprescindible.
🍎 ¿Y la alimentación?
Sí, la comida importa.
Pero el músculo va por delante.
Mucha gente pone todo el foco en lo que come (que es importante), pero si no activas el músculo, tu metabolismo no se despierta, tu cuerpo no oxida bien, ni se regenera correctamente.
El entrenamiento de fuerza es lo que pone en marcha el sistema completo: hormonal, digestivo, mitocondrial, inmune y neurológico.
📖 Como explica el Dr. Mark Hyman en Young Forever, “no puedes alimentar tu cuerpo hacia la longevidad si no lo mueves con intención”.
📚 Lo que dice la ciencia
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La masa muscular es uno de los mejores predictores de salud, recuperación y longevidad.
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Entrenar fuerza mejora la sensibilidad a la insulina, reduce la inflamación y fortalece la función mitocondrial.
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En personas con cáncer, la masa muscular preservada se asocia a mayor supervivencia y menor toxicidad de los tratamientos (Prado et al., 2008).
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En mujeres menopáusicas, el ejercicio de fuerza ayuda a prevenir la pérdida ósea y muscular (JAMA, 2017).
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La fuerza muscular está directamente relacionada con menor riesgo de demencia, diabetes, enfermedades cardíacas y mortalidad por todas las causas.
✅ ¿Por qué todas deberíamos entrenar fuerza?
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Porque el músculo es nuestro “órgano de la longevidad”
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Porque regula casi todas las funciones biológicas clave
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Porque nos da autonomía y energía
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Porque nos protege de enfermedades crónicas
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Y porque nos devuelve el poder sobre nuestro cuerpo
📚 ¿Quieres saber más? Te dejo algunos libros que me parecen esenciales para entender el poder del músculo y el entrenamiento de fuerza:
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🦾 Forever Strong, de la Dra. Gabrielle Lyon
Una mirada médica, clara y femenina sobre por qué el músculo es nuestro órgano de la longevidad.“Muscle is the organ of longevity.”
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💥 Young Forever, del Dr. Mark Hyman
Tiene un capítulo excelente sobre el músculo, las mitocondrias y cómo el entrenamiento de fuerza influye en la longevidad. -
🏋️♀️ Resistance Training for Women, de Jason Karp
Un libro muy práctico y claro, con bases científicas y rutinas adaptadas para mujeres que quieren empezar a entrenar fuerza sin complicaciones.
✨ Cierre inspirador
“El músculo no solo mueve el cuerpo, también sostiene la salud, la vitalidad y la vida misma.”
— Dr. Gabrielle Lyon, experta en medicina muscular y autora de Forever Strong
Entrenar fuerza no es una moda.
Es una forma de cuidarte, de protegerte, de sanar y de vivir con más vitalidad.
Hazlo por ti. Por tu cuerpo de hoy y por el de mañana.
Tu músculo te lo agradecerá. Siempre.
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